Lo que se produce en Honduras, en la coyuntura actual, es un enfrentamiento entre dos concepciones. La concepción de un modelo neoliberal que ha llevado prácticamente a crear condiciones de precarización en diversas áreas de la vida de la sociedad y el sometimiento de nuestro país a esos dictámenes de los organismos internacionales, con una hegemonía norteamericana.
El golpe de Estado (2009) fue una ruptura en el orden constitucional que se venía transitando desde el retorno a la democracia en los años 80, pero que realmente en Honduras fue la implantación de un modelo autoritario servil a esa hegemonía norteamericana, en una perspectiva de estrategias contrarrevolucionarias de los procesos que se venían desarrollando en Centroamérica, en Ecuador y en otros países de América Latina.
Las catástrofes que se produjeron también, (fundamentalmente el huracán Mitch), deterioraron la estructura productiva y con los procesos de reconstrucción había alto nivel de endeudamiento. Para esas épocas hubo un proceso de condonación de deuda, pero bajo el sometimiento de los dictámenes del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional.
El golpe de Estado permitió profundizar ese modelo neoliberal y fundamentalmente la captura del Estado por parte del crimen organizado. Hemos sido calificados en el contexto internacional como un narco Estado, una narco dictadura, que es lo que caracterizó los juicios de Nueva York que llevaron al expresidente de Honduras (Juan Orlando Hernández) a ser extraditado.
¿Cómo emerge la otra concepción que hoy representa el oficialismo?
De la propuesta que emerge desde los movimientos de resistencia, los proyectos emergentes e insurgentes de los movimientos populares y los movimientos obreros, campesinos, que fueron en diversos momentos aplastados por la represión y fundamentalmente impedidos por el golpe de Estado, pero que lograron cristalizar en el Partido Libertad y Refundación (LIBRE).
Hemos fundado un proyecto alternativo que asumió la propuesta de socialismo democrático y que ha logrado un avance en el Estado liberal, porque se produjo una ruptura histórica en esa hegemonía de la política hondureña después de más de 130 años de dominio del bipartidismo.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos que ha enfrentado el proyecto político del Gobierno de Xiomara Castro desde su inicio?
Los conservadores han impulsado un boicot constante y numerosos intentos por hacer caer o frenar el proyecto político de Libertad y Refundación. En enero se intentó capturar la dirección del Congreso Nacional, queriendo arrebatar la directiva del Parlamento, lo que no se logró porque el pueblo respaldó a la Presidenta de la República.
Hemos visto fuertes conflictos durante la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia, de la Fiscalía y otros órganos del sistema electoral. En ese contexto, se han boicoteado proyectos de financiamiento clave, como una ley de justicia tributaria que busca eliminar las exoneraciones fiscales que han permitido el enriquecimiento de unas diez familias y 25 grandes consorcios empresariales.
La mediática, en manos de los sectores de derecha, ha mantenido una campaña permanente de desprestigio y descalificación de las políticas realizadas por la primera mujer Presidenta, atacando también la imagen de Berta Cáceres.
Golpe electoral
¿Qué elementos sustentan la afirmación de que hay un intento de «golpe electoral» por parte de la derecha?
El 9 de marzo se produjo un intento de boicot. El material electoral, que debía llegar a las 6:00 a.m. a todos los centros, fue retrasado por los sectores que controlan el Consejo Nacional Electoral (CNE). Es importante aclarar que el CNE está compuesto por tres fuerzas: el Partido Libertad y Refundación (Libre), el Partido Liberal y el Partido Nacional.
El Partido Nacional, heredero de la «narco dictadura», controlaba el proceso y gestionó el transporte con empresas privadas afines. Cuando el material no llegó a tiempo, intentaron culpar a las Fuerzas Armadas y a la entonces ministra de Defensa y actual candidata presidencial, Rixi Moncada.
Esta acción fue parte de una guerra cognitiva para confundir a la población y trasladar la culpa al Ejecutivo. Hace una semana, salieron a la luz 26 audios, presentados como evidencia ante la Fiscalía, donde la representante del Partido Nacional detalla un complot para ejecutar acciones similares relacionadas con el transporte y la transmisión de datos.
Los audios revelan que adjudicaron premeditadamente los contratos a empresas sin la capacidad técnica necesaria para la transmisión, lo que ha quedado demostrado. El objetivo es crear una situación de caos y crisis.
Con el apoyo de observadores internacionales de derecha, como se menciona en los audios, buscan declarar las elecciones como fracasadas. En resumen, se trata de un golpe electoral o «golpe suave» para impedir un resultado favorable y transparente para el oficialismo.
A pesar de estos desafíos, ¿Qué avances ha logrado el Gobierno para contrarrestar estas acciones y consolidar su proyecto?
El Gobierno ha creado poco a poco una atmósfera favorable mediante políticas dirigidas a los sectores históricamente excluidos: los pueblos originarios y las mujeres. Se han implementado mejoras en educación y salud, con ocho hospitales en proceso de construcción, además de diversas obras y acciones que reivindican un proceso político que intenta revertir las políticas neoliberales.
La campaña de la candidata Rixi Moncada se centra en la consigna de «un segundo ciclo de transformaciones». ¿Implica esto profundizar los cambios ya iniciados o consolidar lo ya alcanzado?
Se trata de profundizar. Hay que recordar que la lucha se ha centrado en el Congreso contra la legislación que dejó la narco dictadura. Por ello, se requiere lograr una correlación de fuerzas favorable en el parlamento para avanzar en ese proceso de transformación.
El eje central es la democratización de la economía. Esta política implica una ley básica: la ley de justicia tributaria, que elimina las exoneraciones fiscales de los grupos privilegiados que, bajo la lógica del neoliberalismo, no pagaban impuestos y enriquecían a unos pocos.
Otras acciones incluyen la recuperación de la soberanía territorial, la restitución de los derechos de los pueblos originarios que han sido usurpados, y la defensa de los derechos del sector obrero. También se ha avanzado en revertir las privatizaciones de empresas estatales, recuperando paulatinamente la empresa de energía eléctrica y otras entidades.
Hay obras estratégicas como el tren interoceánico, que mejoraría las condiciones económicas del país y abriría nuevos mercados, el funcionamiento del Banco del SUR. Creemos que en este próximo proceso se puede lograr un avance y una profundización de estas propuestas para transformar las estructuras y las dinámicas socioeconómicas del país.
Honduras en la región
¿Cuál es la importancia geopolítica de Honduras para los sectores progresistas de Centroamérica?
Honduras fue una pieza clave para la hegemonía estadounidense en la región, albergando bases militares desde la década de 1980 que apoyaron a la contra nicaragüense. Sin embargo, el actual Gobierno ha mejorado las relaciones con Nicaragua y el sandinismo.
Además, el posicionamiento de la presidenta Xiomara Castro contribuyó a que en Guatemala avanzara, por primera vez en años, un gobierno de postura progresista. Aunque en El Salvador existe un gobierno orientado a la derecha, una victoria progresista en Honduras consolidaría un bloque junto a México, Guatemala y Nicaragua.
La presidenta Xiomara Castro ha mantenido una actitud de solidaridad, rechazando acciones contrarias al derecho internacional, sobre todo el injerencismo, las sanciones a Venezuela y el bloqueo contra Cuba. También ha expresado su respaldo al Gobierno de Nicaragua y su rechazo a intervenciones en el Caribe.
Es evidente que sectores ultraconservadores en Estados Unidos ven la posición de la presidenta como un obstáculo para su política injerencista en América Latina. Por ello, existe un intento de estos grupos, fundamentalmente desde Miami, para presionar a favor de los sectores de derecha en Honduras.
Desde el Partido Liberal es muy clara esa acción permanente de visitas a Estados Unidos para conseguir apoyo, ya que califican al Gobierno de Xiomara Castro como «prochavista» o «procubano». Por primera vez, este país recupera su dignidad y soberanía, y se solidariza con otros pueblos, como su firme apoyo al pueblo de Palestina frente a la situación en Gaza.
Una derrota, en cambio, representaría la pérdida de una pieza importante. Los sectores conservadores buscan emular el esquema de Nayib Bukele, apoyados por actores en Miami y España que han ofrecido asistencia mediante asesorías o financiamiento.
Las Fuerzas Armadas
¿Qué papel se espera que jueguen las Fuerzas Armadas en este contexto electoral?
Ha existido un ataque mediático permanente contra el liderazgo del Ejército, una comandancia que ha planteado posiciones patrióticas y de defensa de la Constitución. Por ejemplo, circuló una noticia falsa sobre el supuesto infarto de una autoridad militar, lo cual fue desmentido por el propio oficial desde México.
Sabemos que es un Ejército formado por el imperialismo norteamericano y que tiene algunos agentes en su interior; en los audios se denuncia a un alto oficial que colaboraba con la oposición. Sin embargo, se percibe un cambio en su posicionamiento y se espera que se mantenga firme para evitar las maniobras en las que fue utilizado durante el golpe de Estado de 2009.
Hay un cambio generacional y de liderazgo. Se tiene ese nivel de confianza tanto en el Ejército como en la Policía. No obstante, el pueblo está organizado y vigilante.
Honduras 2025
¿Cuál es la hoja de ruta de cara a las elecciones del próximo 30 de noviembre?
En concreto, las exigencias se centran en subsanar los problemas con las empresas contratadas para el proceso, revisando ese tipo de contratos. De ser posible en el tiempo que resta, se busca realizar los simulacros necesarios para garantizar que la transmisión de resultados se produzca de forma correcta.
Se ha rechazado el contrato con una empresa privada que no aceptaba las condiciones de supervisión por parte del Ejército. Esto posibilita que sean las Fuerzas Armadas y empresas estatales quienes faciliten los vehículos para el transporte del material electoral, evitando que caiga en manos de sectores que se han prestado a maniobras, como fue denunciado en audios.
¿Cuál es su rol en el equipo de campaña y qué responsabilidades le asignarían de ser gobierno?
En mi caso, soy candidato a designado presidencial. En Honduras no existe la figura de vicepresidente, sino tres designados. El primero es Enrique Reina, que fue canciller; la segunda es la compañera Angélica Álvarez, que fue ministra de Derechos Humanos; y un servidor, que es un académico e intelectual vinculado a la izquierda y a los movimientos sociales.
Entonces, ese es nuestro papel: el apoyo a las acciones vinculadas, en mi caso, con la motivación a los movimientos sociales, la coordinación y el proceso de educación popular. Ahora en la campaña, también acompañamos en las jornadas, en los conversatorios y en las concentraciones. *El sociólogo y catedrático universitario Armando Orellana, oriundo de Olanchito, departamento de Yoro en Honduras, se ha posicionado como uno de los analistas políticos y sociales más destacados del país. Egresado de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) en Ciencias Sociales, cuenta con maestrías en Sociología y Trabajo Social. Recientemente, asumió su postulación como candidato a designado presidencial en la fórmula que lidera Rixi Moncada por el partido Libertad y Refundación (LIBRE).