En declaraciones efectuadas durante su intervención en la 30.ª sesión de los Estados Partes de la Convención sobre Armas Químicas (CWC), en La Haya, Holanda, el jefe de la Diplomacia persa señaló que la CWC fue adoptada con un objetivo claro y específico, es decir, evitar la repetición del horror de las armas de destrucción masiva, afirmó: “La Convención sobre la Prohibición de Armas Químicas debe continuar desempeñando su responsabilidad lejos de toda influencia, politización y presión, y que el régimen israelí sigue siendo el único obstáculo para un Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva”. “Todos podemos percibir la gravedad de las dificultades sin precedentes que enfrentan las relaciones internacionales actuales debido al ‘unilateralismo militante’ disfrazado de ‘orden basado en normas’. Las Naciones Unidas y sus propósitos y principios subyacentes están bajo ataque. El Artículo 2(4) de la Carta [de la ONU], como principal garantía de ‘preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra’, se viola persistentemente. Peor aún, estas violaciones se normalizan sistemáticamente. Lo que ocurre en nuestra región, es decir, las guerras perpetuas, las agresiones, el genocidio y la expansión colonial israelíes, es consecuencia directa del apoyo estadounidense y la apaciguamiento de ciertos países europeos”, dijo Araqchi. Agregó que durante los últimos dos años, se ha perpetrado un genocidio generalizado en la Palestina ocupada, con total impunidad para Israel, y que el régimen sionista ha atacado siete países. “El ataque armado ilegal de Israel contra Irán en junio pasado, seguido de la intervención militar directa de EEUU, puso de manifiesto la prevalencia de la militancia y la intimidación armada sobre el Estado de derecho”, señaló Araqchi, añadiendo: “El acto de agresión del régimen israelí contra Irán en junio pasado no solo supuso una flagrante violación a los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, sino también un duro golpe al régimen del TNP y a los pilares fundacionales de las Convenciones sobre Armas Químicas”. En este sentido, manifestó: “Atacaron no solo nuestras instalaciones nucleares bajo salvaguardias, sino también los centros e instalaciones bajo la supervisión de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), lo que generó el riesgo de liberación de materiales químicos y radiactivos, un peligro que podría haber amenazado la salud humana y el medio ambiente mucho más allá de las fronteras de Irán. “La admisión formal del presidente estadounidense, el 6 de noviembre de 2025, de su participación directa en la agresión de Israel contra Irán constituye una prueba inequívoca de la responsabilidad de Estados Unidos por el acto ilícito de Israel y su flagrante violación del Artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas. Esto se suma a la responsabilidad de EEUU por su ataque directo contra las instalaciones nucleares bajo salvaguardias de Irán el 23 de junio”, denunció. En otra parte de sus declaraciones, Araqchi destacó que la Convención sobre las Armas Químicas es el tratado de desarme más exitoso del mundo. Sin embargo, Añadió: “Este éxito solo perdurará si todos los Estados, sin excepción y sin dobles raseros, cumplen sus disposiciones. “La aplicación selectiva o las interpretaciones políticamente motivadas de las disposiciones de la Convención socavarían nuestros objetivos comunes y erosionarían la confianza colectiva entre los Estados Partes”. “En consecuencia, los casos de incumplimiento y/o demoras por parte de EEUU y algunos otros Estados deben abordarse debidamente. Estos se basan en los informes oficiales de la Organización, las declaraciones de exfuncionarios de esos países y asuntos ya destacados en sesiones anteriores. Subrayamos que la plena transparencia y la cooperación constructiva con los mecanismos de verificación son indispensables para preservar la credibilidad de esta Convención”, agregó. Araqchi recordó que en este contexto la República Islámica de Irán ha expresado en numerosas ocasiones, a través de canales formales, su preocupación por los casos de incumplimiento o retrasos en el cumplimiento de las obligaciones de la Convención por parte de EEUU”.