En una entrevista exclusiva con IRNA tras su reunión dominical con el ministro turco de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, Araghchi explicó que la reunión con su homólogo se celebró en el marco de las consultas en curso entre ambos países. Añadió que se abordaron diversos temas bilaterales, como el volumen de comercio, los intercambios políticos y asuntos culturales, comerciales y económicos.
Señaló que, a pesar de algunas diferencias en ciertos temas, Irán y Turquía comparten preocupaciones e intereses comunes debido a su proximidad geográfica, y enfatizó que el diálogo estrecho y los intercambios diplomáticos entre ambos se han mantenido, incluso en momentos de desacuerdo.
El diplomático iraní destacó además el entendimiento mutuo entre Irán y Turquía de que sus relaciones deben mantenerse amistosas en toda circunstancia, independientemente de las diferencias existentes.
Palestina fue prioritaria. Ambas partes condenaron las políticas expansionistas y las agresiones del régimen sionista contra los países de la región, añadió.
También se abordó la situación en el Líbano, incluyendo las frecuentes violaciones del alto el fuego y la escalada de amenazas por parte de Israel, indicó el alto diplomático iraní.
En cuanto a Siria, se hizo hincapié en la preservación de la soberanía e integridad territorial del país como factor para la estabilidad regional, aunque ambas partes discrepan en algunos detalles, señaló Araghchi.
Además, abordaron el establecimiento de una estructura de seguridad regional conjunta, añadió, destacando su convicción de que, dados los recientes actos de agresión del régimen sionista y su clara orientación política, existe una necesidad urgente de que los países de la región colaboren estrechamente para formar un marco de seguridad común.
En cuanto a la cuestión nuclear, Irán ha expresado su disposición a mantener negociaciones honorables y justas desde una posición de igualdad, afirmó, añadiendo que es Estados Unidos, con sus políticas codiciosas e intimidatorias, quien ha obstaculizado la posibilidad de negociar.
Añadió: «En cuanto concluyamos que las negociaciones con cualquiera de las partes benefician al pueblo iraní y garantizan sus derechos, sin duda no dudaremos. Sin embargo, al mismo tiempo, no cederemos a la intimidación ni a la avaricia».