En ese marco el secretario general de la CGT Rosario, Miguel Vivas, rechazó la reforma laboral, cuestionó las políticas económicas y lanzó una advertencia: “Queremos dialogar, pero si no nos escuchan, habrá conflicto”. Y fue más gráfico aún: “Si quieren quilombo, va a haber quilombo”.
Desde temprano, columnas de trabajadores comenzaron a concentrarse en el centro rosarino. Por la mañana hubo una primera marcha que partió desde plaza López, mientras que por la tarde se realizó la convocatoria principal en torno a Buenos Aires y Córdoba. La jornada cerró cerca de las 17 con un acto breve y la posterior desconcentración, aunque estaba prevista la continuidad de actividades vinculadas a organismos de derechos humanos.
La movilización reunió a gremios nucleados en la CGT Rosario, sindicatos de ambas CTA y organizaciones sociales y políticas, en una demostración de unidad que atravesó a distintos sectores. El secretario general de la CGT Rosario, Miguel Ángel Vivas, sintetizó el eje de la protesta al afirmar que la iniciativa oficial “destruye nuestros derechos, destruye nuestros convenios, y quieren destruir nuestros sindicatos para que dejemos de proteger a los trabajadores, y eso no lo vamos a permitir”. Vivas sostuvo que el objetivo de la concentración fue “simplemente para que nos escuchen” y remarcó que el movimiento obrero está dispuesto a dialogar “con toda la clase política, con empresarios y con organizaciones”, aunque advirtió que la reforma planteada es “destructiva hacia los derechos de los trabajadores”.
El rechazo también fue contundente entre los gremios de la comunicación, la banca y la Justicia. Edgardo Carmona, del Sindicato de Prensa de Rosario, advirtió que el proyecto busca “hacer polvo los derechos laborales” y “perforar a la baja toda la legislación protectiva”. “Es mentira que se trate de una reforma laboral, que se trate de discutir vacaciones, francos, aguinaldo.
Acá lo que se trata es de eliminar absolutamente los derechos de los trabajadores, de destruir las organizaciones sindicales. Esta ley perfora un principio básico del derecho laboral que se construyó a lo largo de 80 años, donde el trabajador era el centro a proteger frente a la debilidad que tiene con el empresario. Eso es lo que se busca destruir, poner al trabajador en igualdad de condiciones con el empresario, lo que marca una clara debilidad y permitir perforar hacia abajo los convenios colectivos, los acuerdos salariales, eliminar los estatutos especiales como el del periodista, que nos genera un daño enorme en la posibilidad de defensa para cubrir con nuestra tarea y defender la libertad de expresión y el derecho a la información. Esto es una reforma regresiva, es un acto de destrucción realmente horrendo que nosotros tenemos que defender. Y si el gobierno no lo entiende, nosotros tenemos que parar el país hasta que esta situación sea resuelta” razonó Carmona.
Sergio Rivolta, de La Bancaria, afirmó que “es masivo el rechazo a la reforma laboral, que de reforma no tiene nada”, mientras que Jorge Perlo, del gremio judicial, sostuvo que “el trabajo si no es con derechos es esclavitud moderna”.
Por su parte, Oscar Daniele, de la Asociación de Personal Legislativo, consideró que “si sale la reforma como está, es una condena a todos los trabajadores” y remarcó que el movimiento obrero “se puso de pie y está dando esta respuesta”.
Desde las organizaciones estatales, ATE Rosario también se sumó a la jornada con un comunicado en el que exigió a los legisladores que “no aprueben la esclavitud” y reclamó el cese del ajuste y la represión. En un documento conjunto, los organizadores señalaron: “Las y los trabajadores organizados de nuestra región manifestamos nuestro rechazo al proyecto de reforma laboral y nos movilizamos en favor de nuestros derechos”, y reclamaron que los representantes en el Congreso “escuchen nuestra voz”.
Las críticas al proyecto se repitieron en boca de los distintos dirigentes gremiales presentes. Silvana Crocci, prosecretaria general de la Asociación Empleados de Comercio Rosario, consideró que “bajo ningún punto de vista se puede estar discutiendo esta ley en este momento en este país” y calificó a la reforma como “inadmisible”. En ese sentido, sostuvo que “el problema está en generar nuevas fuentes de trabajo, no en pensar en cómo los trabajadores perdemos los derechos que hemos obtenido”, y afirmó que el gremio mercantil seguirá movilizado “en la calle, como siempre estuvimos, por la defensa del derecho de cada trabajador”.
Desde el sector automotriz, el secretario general de SMATA Rosario, Sergio Gazzera, señaló que la manifestación es “algo que tenemos que hacer los trabajadores, porque esto lo tenemos que defender entre todos”, y planteó que “hoy en día tenemos que recuperar nuestros derechos en la calle”. En relación a la posibilidad de una medida de fuerza nacional, indicó que, de concretarse, “Rosario se acogerá a esa medida”.
Sergio Acuña, secretario de prensa de APUR, afirmó que la reforma laboral apunta a “destruir todos los años que hemos trabajado para llegar a esto” y la vinculó con otras políticas del gobierno nacional. “No solo por la reforma laboral, sino por todo: universidades, discapacitados, jubilados”, enumeró, y agregó que la protesta “tiene que ser el comienzo de que el pueblo se levante y empiece a demostrar las herramientas que tenemos para defendernos”.
Para Martín Lucero, titular del gremio de docentes privados Sadop, la jornada fue “un día histórico para el movimiento obrero rosarino”, con “la unidad de la CGT manifestada por primera vez en la calle con miles de compañeros”. Lucero sostuvo que la reforma “está hecha para las grandes corporaciones” y advirtió que, aunque el paro es “el último mecanismo”, “el Gobierno no nos está dando otra opción”.
En la misma línea, el secretario gremial de Amsafe Provincia, Paulo Juncos, destacó que el acto “expresa la unidad del movimiento obrero” y el rechazo a “este avance de leyes que flexibilizan y precarizan cada vez más el trabajo en la Argentina”. “Hoy es apremiante la unidad de los trabajadores”, subrayó.
Desde el ámbito municipal, Antonio Ratner afirmó que “el país retrocede aplicando este tipo de políticas” y cuestionó la falta de debate del proyecto. “Debe ser una reforma debatida, donde participen los trabajadores, las pymes y los empresarios. Hacer una ley que hace una semana nadie conocía lo que contenía es una vergüenza”, sostuvo.
La movilización rosarina dejó así una postal de amplia convocatoria y un mensaje unificado del movimiento obrero local, que volvió a ocupar el espacio público para expresar su rechazo a la reforma laboral y advertir sobre las consecuencias que, según sostienen, tendrá sobre el empleo, los salarios y los derechos adquiridos.
En tanto en la mañana organizaciones sociales como la Corriente Clasista y Combativa y los Trabajadores de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (Catt), donde se referencia el moyanismo y algunos otros gremios que no participan del armado de la CGT local, como por ejemplo Dragado y Balizamiento, marcharon desde la Plaza López hasta la Plaza 25 de Mayo, en contra de la reforma laboral planteada en el Congreso por el gobierno nacional y por Una Navidad sin Hambre.