Damasco tiene riquísimo patrimonio cultural, histórico y humano, además de un estilo arquitectónico único que asombró y fascinó a todos sus visitantes, lo que hizo que mereciera ser incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Esta urbe constituye un ejemplo maravilloso de la esencia de la arquitectura preislámica e islámica reflejada por sus mercados, Caravasares, puertas y palacios históricos que se encuentran en el casco antiguo de la ciudad.
La brillantez y profesionalidad de la arquitectura damascena se reflejan en su máxima expresión en las casas ante las cuales importantes arquitectos quedaron asombrados por la genialidad de su arquitectura caracterizada por precisión y perfección incomparables como el Caravasar de Khan Assad Basha y el Palacio Azem, entre otros.
Los tres elementos esenciales de la Casa Damascena son:
1. El Salamlek: Está cerca de la entrada e incluye las habitaciones para recibir los visitantes y huéspedes.
2. El Haramlek: Esta es la parte que abarca las salas de estar (dormitorios y comedores).
3. El Jadamlek: Esta es la sección que incluye los baños y los cuartos de los sirvientes y guardianes.
Al visitar una de esas casas antiguas y tradicionales, primero se debe tocar la llamada “puerta del callejón”, que es una puerta ancha y se utiliza para entrar grandes objetos en la casa.
Esta puerta contiene en su interior una pequeña puerta llamada “Joja” y tiene la forma de un arco en la parte superior que solo permite el paso de las personas que tienen que inclinarse para poder pasar por ella, luego un pasillo estrecho y oscuro en cierto modo, se llama el “vestíbulo” que se abre al “patio de la casa”, que es un gran espacio abierto.
El centro del patio está ocupado por una alberca rectangular o redonda con una fuente de agua rodeada con hermosas flores y flotan en el agua los botones de las rosas.
Uno de los elementos más destacados de la casa damascena es “El Liwan” que es un salón largo con decoraciones y se abre directamente al patio. El Liwan fue diseñado de tal manera que siempre el sol da al mismo.
En el primer piso de la casa damascena se encuentran las salas de recepción y de huéspedes, mientras en el segundo piso se encuentran las salas de estar y los dormitorios.
Uno de los elementos más bellos e importantes de la casa damascena es el patio de la casa, que es un rico jardín y tiene varios tipos de árboles como la naranja, el albaricoque, el cidro y el limón.
El parral de uvas trepa por las paredes hasta los techos, y lo que hace que este paraíso terrenal rebose maravillosamente son las hermosas rosas que llenan cada rincón como el famoso Jazmín de Damasco, el lirio y la albahaca.
El nombre Damasco siempre ha sido asociado al jazmín. Es imposible que una persona entre en una de estas casas y no vea los enredaderas de Jazmín que cubren las paredes y ventanas.
Muchos de los poetas fueron hipnotizados por la magia de Damasco y la ternura de sus hogares entre ellos: el poeta sirio y amante de Damasco, Nizar Qabbani, quien dijo al describir estas casas: “¿Sabes lo que significa para una persona vivir en una botella de perfume? Nuestra casa era esa botella”.
Asimismo, el poeta francés Lamartine expresó su admiración hacia esas casas diciendo: Damasco es un desierto de jardines y palacios.