En ese camino, se ha reiterado el llamado a todas las instancias y estructuras de los partidos del oficialismo que participan de las primarias, a todas sus militancias, a concurrir a votar ese día y, sobre todo, convocar a la ciudadanía a sufragar para elegir a la candidata o candidato presidencial del progresismo y la izquierda.

   Obviamente que se trata de un mecanismo participativo y democrático para decidir quién representará a las fuerzas transformadoras en la elección presidencial y potenciar a los sectores progresistas y de izquierda para los comicios legislativos. En ese camino las primarias son muy importantes.

   Junto a eso, se trata de mostrar una fuerza que le salga al paso a las expresiones de extrema derecha y fascistas y dotar de un mejor escenario a los sectores democráticos.

   Hay cálculos respecto a qué podría marcar un éxito o fracaso del proceso, aunque siempre tendrá que considerarse el análisis cualitativo de la situación existente.

   Pero lo imprescindible es que toda ciudadana y todo ciudadano que se represente en el sector democrático, progresista y de izquierda, vaya a votar el 29 de junio, sea convocado a votar, en la idea central de proveer un avance frente a la derecha, la extrema derecha y el fascismo y, al mismo tiempo, elegir la opción presidencial.

   En este desafío tienen una labor de primer orden todas las militancias de todos los partidos activados en las primarias.

   Todas y todos, en todos los espacios y entornos, deben motivar a ir a votar el 29 de junio, deben informar sobre el proceso, al tiempo que, legítimamente, promuevan a sus candidatas o candidatos.

    Nadie debería quedarse pasivo y sin esforzarse por alentar la participación en estas primarias. Es un compromiso de ejercicio democrático fundamental.