El científico hizo estas declaraciones en una mesa redonda sobre las tecnologías de vanguardia de neurociencias y su desarrollo industrial, organizada en el marco de la segunda Conferencia de la Franja y la Ruta sobre Intercambio de Ciencia y Tecnología.
La conferencia se celebró en Chengdu, capital de la provincia suroccidental china de Sichuan, y contó con la participación de representantes de más de 90 países y regiones y cerca de 20 organizaciones internacionales.
La cooperación en las neurociencias entre China y Cuba se remonta a finales de la década de los años 80 del siglo pasado. En 2015, ambos países crearon un laboratorio conjunto en la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China y definieron los objetivos de trabajo como el desarrollo de tecnologías de electroencefalografía para hacer frente a la carga mundial de enfermedades cerebrales, con especial atención a las necesidades sanitarias de los países más pobres.
En 2024, fue aprobado oficialmente el Laboratorio Chino-Cubano de Neurotecnología e Interfaces Cerebro-Ordenador en el marco de la Franja y la Ruta.
Como plataforma de alto nivel para la cooperación e innovación científica y tecnológica, este tipo de laboratorios buscan proporcionar un fuerte apoyo científico y tecnológico para promover la construcción innovadora de la Franja y la Ruta a través de la cooperación pragmática entre científicos chinos y extranjeros.
Con la neurotecnología, la interacción cerebro-ordenador y las formas de inteligencia que imitan al cerebro como direcciones de investigación, el laboratorio conjunto lleva a cabo principalmente investigaciones a través de macrodatos, inteligencia artificial, inteligencia similar al cerebro, electroencefalografía, resonancia magnética y tecnologías de detección e intervención eléctrica, magnética, óptica y acústica, al tiempo que combina tecnologías y medios básicos de neurociencia en las investigaciones y lanza sistemas y equipos relacionados.
El laboratorio se centra en dos grandes problemas neurológicos a los que se enfrenta la humanidad hoy en día, que son el envejecimiento patológico del cerebro, que acompaña a la vejez, y los principales trastornos neuropsiquiátricos a nivel global.
Si quieres ir rápido, camina solo, si quieres llegar lejos, camina acompañado, de acuerdo con el dicho popular. La cooperación chino-cubana se ha ampliado del ámbito bilateral al multilateral, ya que el Consorcio Global del Cerebro, iniciado por China, Cuba y Canadá, facilita el intercambio de datos electroencefalográficos y software entre 35 países y se ha convertido en un modelo para elevar la cooperación regional a una acción global, de acuerdo con Armando Rodríguez Batista, ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba.
Al integrar la innovación científica y tecnológica en planes de desarrollo sostenible más inclusivos como la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China está ayudando a los países participantes a alcanzar una prosperidad compartida, indicó Pedro A. Valdés-Sosa, renombrado neurocientífico cubano y especialista del laboratorio conjunto.
Valdés-Sosa, quien trabaja ahora en la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China, señaló que ha encontrado compañeros con un objetivo común, para prevenir las enfermedades cerebrales en más personas a través de la cooperación científica y tecnológica internacional, la mejora de la tecnología médica y la reducción de los costes médicos.
En el laboratorio conjunto chino-cubano, estudiantes de Ghana, Kenia, Turquía y otros países trabajan junto con los investigadores chinos y cubanos y, la búsqueda común de los misterios de la ciencia del cerebro los une para crear una verdadera comunidad científica por encima de las diferencias culturales.