En eso coincidieron los participantes en la Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur de América Latina y el Caribe, que se realiza en la sede principal de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El encuentro intergubernamental reúne a representantes de los países del área, el sistema de las Naciones Unidas y organismos regionales e internacionales y fue inaugurado por José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL; Dima Al-Khatib, Directora de la Oficina de la ONU sobre Cooperación Sur-Sur (UNOSSC), y Mateo Estremé, Director General de Cooperación Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, en su calidad de prsidente saliente de la Conferencia. La ceremonia inaugural contó con la presencia de Luis Fidel Yáñez, Secretario de la Comisión de la CEPAL.
En su discurso, el Secretario Ejecutivo de la CEPAL destacó que la creación de la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur, durante el trigésimo sexto período de sesiones del Comité Plenario de la CEPAL en diciembre de 2021, marcó un paso decisivo hacia una cooperación más integrada y efectiva en América Latina y el Caribe.
“Este espacio ha fortalecido los lazos entre países del Sur Global y ha abierto nuevas puertas a la cooperación triangular con actores extrarregionales, donantes y organismos internacionales”, afirmó, y añadió que la segunda reunión de la conferencia se realiza en un contexto global marcado por múltiples crisis, grandes cambios geopolíticos y competencia entre grandes economías y poderes.
“Es un contexto que yo me atrevería a llamar de crisis en la cooperación internacional, donde ciertos países y visiones están cuestionando al multilateralismo, al sistema de la ONU y a la cooperación internacional. Por eso es necesario repensar el papel de la cooperación Sur-Sur y triangular como un mecanismo fundamental para fortalecer capacidades, movilizar recursos y promover soluciones adaptadas a las realidades regionales y nacionales”, aseveró.
El máximo representante de la CEPAL subrayó que la cooperación internacional es esencial para garantizar la seguridad, la estabilidad y el bienestar colectivo en un mundo profundamente interconectado y agregó que, en tiempos de crisis, no es solo una opción ética, sino una necesidad estratégica para sobrevivir y prosperar juntos.
Finalmente, enfatizó que la coyuntura exige valentía, creatividad, pragmatismo, convicción y compromiso, junto a una visión de largo plazo.
“Las condiciones de la economía y la geopolítica mundiales no podrían ser más complejas y, aunque hay oportunidades, pasamos por un momento poco amistoso para los esfuerzos de crecimiento y desarrollo, concluyó.
Por su parte, la Directora de UNOSSC, Dima Al-Khatib, destacó que América Latina y el Caribe tiene un papel único y muy especial en la historia y evolución de la cooperación para el desarrollo.
“Fue en esta región donde los Estados miembros de la ONU se reunieron por primera vez para dar forma a una cooperación para el desarrollo que transformara los paradigmas tradicionales, más centrados en asistencia y ayuda al desarrollo que en cooperación”, subrayó.
El Director General de Cooperación Internacional de la Cancillería argentina, en tanto, afirmó que medir la cooperación entre países en desarrollo es clave para fortalecer su protagonismo mundial, mejorar su efectividad y avanzar conjuntamente hacia el desarrollo sostenible.
Asimismo, destacó la relevancia de incorporar modalidades de cooperación multiactor: “En un contexto de reducción de recursos oficiales para la cooperación internacional, resulta vital diseñar estrategias que nos permitan incorporar la participación del sector privado, de la academia y otros actores e integrar a estos sectores en el diseño e implementación de acciones de cooperación”, expresó.
En la primera jornada de la reunión, los países eligieron a Chile como Presidencia de la Conferencia Regional sobre Cooperación Sur-Sur por los próximos dos años.