No es la primera vez que Calvo Ospina, de origen colombiano y residente en Francia desde hace años, sufre el arbitrario castigo de quedarse en tierra al estar incluido desde 2003 en la “No Fly list”, que gestiona el Terrorist Screening Center (TSC) del Gobierno federal de EE.UU.
En otras ocasiones Air France, Air Europa y Corsair le impidieron igualmente tomar vuelos con destino a Cuba alegando falsas excusas antes de reconocer que la lista de pasajeros es controlada y debe ser autorizada por la TSA.
Calvo Ospina tiene prohibido pasar por el espacio aéreo de EE.UU. Incluso, ya le han impedido en otro momento utilizar otros vuelos y llegaron a la barbaridad, en abril de 2009, de desviar en pleno vuelo un avión de Air France que cubría el recorrido París-México, ya que el periodista era uno de los pasajeros (lo cuenta en su libro Calla y respira).
En aquella ocasión, el periodista se dirigía a Nicaragua para realizar un reportaje y fue brevemente interrogado por la policía mexicana cuando la aeronave logró finalmente aterrizar.
Esta vez, decidió viajar a Madrid y allí toma un avión cubano. Pero Cubana de Aviación tiene que operar en el Estado español con acuerdos con Iberia y esta última recibe el listado de pasajeros “prohibidos” de volar por el espacio aéreo estadounidense. Por ello, Calvo Ospina no pudo embarcar.
Al menos desde marzo de 2012, EE.UU. obliga a las compañías aéreas europeas a suministrarle los datos de los pasajeros de cualquier vuelo que atraviese el espacio aéreo estadounidense, so pena de prohibirles el acceso a ese espacio.
A pesar de que las quejas por esta medida unilateral fueron planteadas ante la comisaria Europea de Asuntos de Interior, a día de hoy es aún más abusiva.
Lo sorprendente de la decisión tomada por Iberia es que el vuelo de Cubana de Aviación entre Madrid y Santiago de Cuba ni siquiera se acercaba a la zona de exclusión aérea impuesta por Washington, y se convierte más en una condena impuesta por el gendarme global que busca endurecer al máximo cualquier tipo de intercambio con Cuba.
Según el video grabado en el aeropuerto por el propio periodista, al que tuvo acceso Rebelión, el motivo del viaje a Cuba era entregar copias de los documentos desclasificados en Francia sobre la explosión del buque La Coubre en la bahía de La Habana, en marzo de 1960, y a partir de los cuales Calvo Ospina llevó a cabo una importante investigación que recogió en un documental y en el ensayo El enigma de La Coubre.
Igualmente, transportaba 100 ejemplares de ese libro con el objetivo de darlo a conocer en Cuba.
Cubana de Aviación explicó que el problema se debió a que el sistema informático utilizado en el aeropuerto de Madrid para la facturación y embarque de pasajeros está controlado por Iberia, y esa compañía está bajo supervisión de la TSA.
De ese modo, en el momento en que se introdujeron los datos de Calvo Ospina, el sistema bloqueó su acceso al vuelo, con la orden de no dejarlo embarcar hacia Cuba.
El periodista colombiano declaró que “es una pena que [Cubana de Aviación] no tenga sistema propio y que dependa de Iberia”, y lamentó el perjuicio económico que le causaba la injustificada prohibición, “pero miles y miles de millones ha perdido Cuba con este bloqueo”, en referencia a la brutal política de acoso de EE.UU. a la Isla hace más de seis décadas.