viernes 13 de diciembre de 2024
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El esquema subversivo contra Cuba: un peligro para toda la región

La Habana (Granma) El esquema subversivo diseñado para Cuba por el Gobierno de Estados Unidos, luego de cosechar innumerables fracasos en su objetivo de acabar con la Revolución y restaurar el capitalismo en la Isla, hoy se extiende como modelo contra otros gobiernos que le son incómodos a Washington.

Por Raúl Antonio Capote

   Bolivia, víctima reciente de un intento de golpe de Estado, al peor estilo de las “goriladas” de décadas pasadas, encabeza la lista de naciones donde, según la Casa Blanca, debe aplicarse el patrón subversivo.

   Una ONG argentina llamada Cultura Democrática sirve de plataforma para su implementación. Así lo prueba un documento de esa organización titulado “Apoyo a la Sociedad Civil cubana como método de presión a gobiernos totalitarios. Su posible aplicación a Bolivia”, el cual pone de relieve su papel en esta trama.

   El documento señala que “a partir del análisis del enfoque político de Estados Unidos en el fortalecimiento de la democracia y el uso legítimo de los agentes de cambio en la sociedad cubana, donde la cultura democrática juega un papel significativo en el apoyo a la oposición cubana, proponemos una visión similar para su aplicación en Bolivia”.

   Pocas veces se ha visto una desvergüenza como esta, en la que el engendro subversivo describe con detalles la manera en que, desde la alta dirección política estadounidense se organiza y promueve, contra Cuba, el sistema de medidas financieras y económicas del bloqueo, la formación de agentes de cambio, el trabajo contra la juventud y otras, y lo útil que sería aplicar esta experiencia contra otros países de la región.

   El panfleto enfatiza en uno de sus párrafos cómo, según ellos, “la práctica ha demostrado que se logran despertar sentimientos y acciones contra el régimen desde su núcleo vital, que es la juventud”.

   Por otro lado, menciona a los implicados directos, o sea, a algunos de los operadores de “experiencia”, como Micaela Hierro, fundadora y presidenta de la asociación Cultura Democrática, utilizada por la Fundación Nacional para la Democracia (NED, en inglés) como intermediaria para financiar organizaciones como el Movimiento San Isidro, y a los que manejan los hilos de las marionetas, entre ellos a la llamada Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) la NED y Atlas Network.

   Esta última organización, Atlas Network, es “alabada” en el documento por haber logrado que fuera premiado un artista cubano con el Latin Grammy, “posicionando a esta figura a nivel internacional”, una bajeza que no precisa comentario.

   La relación de este proyecto con el intento de derribar por la fuerza, recientemente, al Gobierno legítimo de Luis Arce en Bolivia, y otras acciones similares ocurridas en los últimos años, que involucran a los mismos operadores que trabajan contra Cuba, puede que a algunos les parezca casual; sin embargo, no podemos pasar por alto que el esquema elaborado por el poder estadounidense es fruto del perfeccionamiento de la guerra híbrida para desestabilizar al continente.

   Conservar su hegemonía sobre lo que siguen considerando su “patio trasero” es una gran prioridad, y para lograrla no se detienen (ni se detendrán) ante nada.

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