Por Marta Martin
El NFP ha conseguido imponerse con 182 escaños a los que se suman 13 independientes de izquierda, frente a los 168 obtenidos por la coalición de Emmanuel Macron, que obtiene mejores resultados de los esperados, y a los 143 del bloque de extrema derecha de Le Pen, que partía como favorita.
“Nuestro pueblo ha rechazado claramente la propuesta del miedo. El presidente Emmanuel Macron tiene el deber de llamar al Nuevo Frente Popular a gobernar” afirmó el presidente de LFI, Jean-Luc Mélenchon.
Similar reflexión hacía Enrique Santiago, secretario general del PCE y diputado de IU en Sumar: “La movilización popular y la unidad de la izquierda han parado a la ultraderecha en Francia y salvado a la República. Macron, que lleva años abriendo la puerta al fascismo, debe irse. El #NouveauFrontPopulaire debe gobernar”.
Por su parte, Manu Pineda, secretario de Relaciones Internacionales del PCE y responsable de Solidaridad Internacional en la nueva dirección de IU, ha recalcado que la extrema derecha no pasó y ha compartido la intervención de Melenchon, reclamando que es el NFP quien debe gobernar en Francia.
Antonio Maíllo, coordinador de IU, ha manifestado también que el NFP debe gobernar “celebrando desde Izquierda Unida este resultado histórico y el proceso de unidad de la izquierda francesa”.
Ha afirmado que como IU “nos ponemos a vuestra disposición” ya que “las corrientes pardas siguen ahí. Es hora de reforzar en las calles la victoria en las urnas. También hacemos nuestra esa tarea”.
A pesar del triunfo histórico del NFP, la extrema derecha de Le Pen experimenta una subida considerable de medio centenar de escaños frente a los 89 representantes de 2022. Por tanto, la Asamblea Nacional Francesa queda sin mayorías claras, siendo la mayoría absoluta de 289 diputados/as.
El actual primer ministro, el macronista Gabriel Attal, anunció que presentará su dimisión al presidente por lo que Macron, tiene la atribución de nombrar un nuevo primer ministro, y tanto Mélenchon, como el secretario general socialista, Olivier Faure, ya han reclamado que esa atribución sea para alguien de la coalición de izquierdas.
A partir de ahora no existe un calendario marcado para el presidente y se abren varios escenarios posibles, como la formación de un gobierno en minoría, al igual que le ha sucedido al macronismo en esta legislatura con 246 escaños, por lo que los próximos días y semanas serán fundamentales para el futuro de Francia.
Lo que está claro es que nadie nos puede quitar la esperanza ni las imágenes de la alegría desbordada por la izquierda en la Rotonde Stalingrad o en la Plaza de la República de París donde hace una semana miles de personas entonaron el ¡No pasarán!, preludio de la noche de ensueño vivida en Francia.