Se decreta la «suspensión inmediata, completa e integral del funcionamiento de ‘X Brasil Internet LTDA’ en el territorio nacional», reza el dictamen del magistrado Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF).
De Moraes dictó que la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel, órgano regulador) «adopte inmediatamente todas las medidas necesarias» para hacer efectiva la decisión «en todo el territorio nacional».
Fake news
La sentencia se enmarca dentro de una investigación por la difusión de noticias falsas en la que figura el empresario sudafricano bajo la sospecha de haber cometido delitos de obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación al crimen.
De Moraes afirmó que tomó esa determinación por «el incumplimiento de órdenes judiciales» por parte de X y por la «tentativa de no someterse al ordenamiento jurídico brasileño» con la intención de «instituir un ambiente de total impunidad y de tierra sin ley».
En este sentido, ordenó la suspensión «inmediata» hasta que «sean cumplidas» todas las órdenes judiciales y pagadas las multas millonarias impuestas a X. También pidió a Google y Apple, así como a empresas proveedoras de internet, «introducir obstáculos tecnológicos capaces de impedir la utilización de la aplicación X» y el ingreso al sitio web.
Extremistas
En opinión del magistrado, la plataforma está siendo además «instrumentalizada» por «grupos extremistas» mediante la «masiva divulgación de discursos nazis, fascistas, antidemocráticos y de odio» en vísperas de las elecciones municipales, que se celebrarán en octubre.
La disputa empezó meses atrás, después de que el juez ordenara la eliminación de una serie de perfiles por supuestamente desinformar, y Musk se negara a hacerlo, acusando al juez de actuar sin un motivo aparente y de forma sigilosa.
Algunos de esos perfiles pertenecen a blogueros y voceros de la ultraderecha que lidera el expresidente brasileño Jair Bolsonaro (2019-2022), también investigado por difundir noticias falsas, atacar las instituciones democráticas y conspirar para dar un golpe de Estado.
En los últimos años, en nombre de la lucha contra la desinformación, De Moraes ha ordenado bloquear cuentas de figuras de los movimientos ultraconservadores brasileños.
Lo ha hecho fundamentalmente desde los intentos de los partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, admirador de Musk, de desacreditar el sistema de votación electrónica durante las elecciones presidenciales ganadas por Luiz Inácio Lula da Silva.
Cierre de oficinas
Más recientemente, el pasado 17 de agosto, X anunció que cerraba su oficina en Brasil para, según alegó la plataforma, «proteger» a sus empleados frente a las «amenazas» de De Moraes de encarcelarlos. Brasil es uno de los países del mundo con más usuarios activos de X, con unos 20 millones.
De Moraes respondió embargando las cuentas bancarias de la empresa Starlink, propiedad de Musk y que ofrece servicios de internet vía satélite y cuenta con 215.000 líneas activas en Brasil, como forma de garantizar el pago de las multas impuestas a X.
El miércoles, obligó a Musk a nombrar un representante legal en Brasil, en un plazo de 24 horas, so pena de suspender X, lo que terminó ocurriendo este viernes.
Musk no se calla
Musk ha respondido siempre con críticas feroces a De Moraes, así como al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. «Este tipo es un criminal de la peor calaña, que se hace pasar por juez (…) Es el dictador de Brasil y Lula es su perrito faldero», reaccionó en estos días el propietario de Tesla y Space X en una serie de mensajes, en los que también comparó al juez con los villanos de las sagas de Harry Potter y Star Wars. Según Musk, De Moraes es una «desgracia para la toga de juez».
La respuesta de Lula
Por su parte, Lula dijo durante una entrevista radiofónica que el magnate Elon Musk debe acatar las decisiones de la Corte Suprema del país sobre la red social X y le pidió tomar «otra actitud».
«Cualquier ciudadano de cualquier parte del mundo que tenga inversiones en Brasil está subordinado a la Constitución y a las leyes brasileñas», afirmó después de que Musk se negara a cumplir órdenes del tribunal para eliminar contenido de X, antes conocida como Twitter.
El mandatario añadió que el dueño de la red social, quien se ha mostrado cercano a la derecha brasileña, debe «aceptar las reglas» y que no por tener mucho dinero puede «faltar al respeto» y «ofender» a las autoridades del país.
Esta no es la primera vez que la Justicia brasileña determina la suspensión de una red social. Ya ocurrió con YouTube (2007), WhatsApp (2015 y 2016) y Telegram (2023) por falta de colaboración en diversas investigaciones judiciales.
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