La referida junta indicó en una resolución, al concluir su sesión extraordinaria celebrada en El Cairo a nivel de delegados, que los ataques israelíes contra Siria representan una violación flagrante de su soberanía e integridad territorial y una violación del derecho internacional y del Acuerdo de Separación.
Asimismo, reiteró su apoyo a Siria en el ejercicio de su derecho a defender su territorio y su pueblo.
Además, la asamblea solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que asuma sus responsabilidades y trabaje para frenar estos ataques y poner fin a la ocupación israelí del Golán sirio ocupado hasta la línea del 4 de junio de 1967, en implementación de sus resoluciones pertinentes, incluidas las Resoluciones 242, 338 y 497.
De la misma manera, el Consejo condenó la continua y brutal agresión israelí a Gaza, así como los ataques israelíes contra el Líbano, y enfatizó la necesidad de ejercer presión internacional para impedir que Israel siga con sus masacres y violaciones contra los pueblos de la región.