El documento emitido al final de su reunión en Rusia, señala la importancia de la creación “de un Estado de Palestina soberano, independiente y viable de acuerdo con las fronteras internacionalmente reconocidas en junio de 1967, con Jerusalén Oriental como su capital”.
Manifestaron su “grave preocupación por el deterioro de la situación en el territorio palestino ocupado, en particular la guerra israelí sin precedentes en la Franja de Gaza que provocó desplazamientos civiles en masa, muertes y víctimas, y destrucción de infraestructura civil”.
El comunicado exige “la entrega inmediata, segura y sin obstáculos de asistencia humanitaria a escala directamente a la población civil palestina en toda la Franja de Gaza”, así como “un alto el fuego inmediato, duradero y sostenido”.
Asimismo, insta a “la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” que actualmente “se encuentran cautivos ilegalmente”.
En su declaración, los cancilleres “expresaron seria preocupación por el continuo y flagrante desprecio por parte de Israel del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas, las resoluciones de las Naciones Unidas y las órdenes de la Corte Internacional de Justicia”.