Varios movimientos populares hondureños recordaron que el Partido Nacional perpetró el golpe de Estado de 2009 contra el entonces presidente Manuel Zelaya y se mantuvo en el poder inconstitucionalmente hasta el año 2021.
Por lo tanto, la victoria de Nasry Asfura quien recibió el apoyo de Estados Unidos es vista como un motivo de preocupación para estas organizaciones.
Para el miembro del Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz, Honduras (Milpah), Ermín López el regreso del Partido Nacional es catastrófico. « ¡Son asesinos! Y no les importa en absoluto violar los derechos humanos«.
De acuerdo con López alrededor de 90 activistas ambientales fueron asesinados por grupos criminales durante el gobierno del Partido Nacional.
Además señaló que los movimientos indígenas del país han denunciado la complicidad del PN con grupos armados irregulares, argumentando que promueve el extractivismo.
«Durante sus doce años en el poder, el Partido Nacional autorizó concesiones geológicas, hidroeléctricas y fotovoltaicas. Cedieron nuestros territorios; los invadieron por la fuerza. Por lo tanto, estamos presenciando una peligrosa regresión para nuestra sociedad y para nuestro pueblo » aseguró el miembro del Milpah.
La preocupación por el arribo de Asfura al poder también fue expresada por los movimientos feministas, de lesbianas, gays y personas transgénero.
La portavoz del Centro LGBTQI de la capital, Florenz Carranza declaró: «Nos vamos a ver afectados porque miembros del partido se han pronunciado claramente en contra de los derechos que buscamos. Como organizaciones, tendremos que prepararnos para los próximos cuatro años, porque la situación política en el país será inestable».
Las consejeras del CNE Ana Paola Hall García y Cossette Alejandra López Osorio consumaron el golpe electoral y declararon el 24 de diciembre a Nasry Asfura, del Partido Nacional, como presidente electo para el período 2026 – 2030.
El reconocimiento de Asfura, candidato respaldado por Donald Trump, se da en medio de graves denuncias de irregularidades durante el proceso de escrutinio, fuerte injerencia extranjera y de un complot orquestado previo a las elecciones del 30 de noviembre.
Las denuncias fueron sostenidas tanto por el oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Liberal, además del consejero del CNE Marlon Ochoa, quienes, entre otros puntos, objetaron la negativa de las consejeras a realizar un escrutinio voto por voto.
