En su cuenta en la plataforma X, el mandatario apuntó hacia el verdadero objetivo de Washington “cuando enfila sus cañones” contra Venezuela, calificándolo de “avaricia imperial”.

Díaz-Canel describió al país sudamericano como “la brava nación del Libertador y de Chávez“, y destacó al presidente Nicolás Maduro como continuador del ideario bolivariano de integración regional.

Cuba sostiene así su rechazo a la presencia Estados Unidos en aguas del Mar Caribe, cerca de las costas venezolanas, bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.

Esta incluye la movilización de más de 4.000 infantes de marina, tres destructores (USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson), un submarino de ataque y otros equipos militares, lo que representa una amenaza directa a la soberanía del pueblo bolivariano.

El pronunciamiento de esta jornada se suma al realizado el pasado 20 de agosto, cuando el jefe de Estado cubano llamó a denunciar estas “nuevas demostraciones imperialistas de fuerza” durante la XIII Cumbre Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).

Díaz-Canel subrayó entonces la importancia de proteger los logros de la región en materia de paz y desarme, instando a una respuesta coordinada de los países latinoamericanos y caribeños.

En esa misma línea, el pasado 8 de septiembre el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, denunció que Washington “intenta repetir la vieja y bien conocida estrategia estadounidense de crear falsos pretextos” para intervenir en asuntos regionales.

El canciller cubano señaló que el despliegue militar estadounidense representa una escalada que podría afectar las relaciones internacionales en el área, una postura que se suma a las críticas previas de Cuba sobre la presencia de fuerzas navales y aéreas en la zona.

Caracas denuncia que las acciones de Estados Unidos violan las leyes internacionales sobre el paso de buques por la zona económica exclusiva de varios países, incluyendo Venezuela

Además, el gobierno de Nicolás Maduro presentó una denuncia ante la ONU, rechazando el despliegue militar estadounidense en el Caribe como una agresión contra la estabilidad hemisférica.

En respuesta a esta escalada, Venezuela ha activado medidas de defensa para garantizar su soberanía y preservar la paz, incluyendo la movilización de estructuras territoriales y populares para la defensa de la nación.