En entrevista con periodistas españoles el mandatario explicó que debido a las crisis migratorias ocurridas en la nación caribeña, estimuladas por las medidas de presión de Estados Unidos, ambas naciones firmaron en los años 80 acuerdos en este ámbito que siguen vigente.
Añadió que sobre la base de esos convenios, “nosotros hemos recibido en todos estos años vuelos de personas que Estados Unidos deporta, bajo las condiciones con que Cuba firmó esos acuerdos. O sea, eso no es nuevo. Eso que está apareciendo nuevo para otros países, nosotros lo tenemos en acuerdo con los Estados Unidos”.
Sobre las medidas migratorias implementadas por la administración del presidente Donald Trump, Díaz-Canel recalcó que su país no admite presiones en las deportaciones y se trabaja en conceptos fieles a los acuerdos bilaterales, los cuales tienen que ver con las realidades del problema migratorio entre Cuba y Estados Unidos.
Pero, nosotros, subrayó, “por lo que abogamos y por lo que fuimos a la firma de esos acuerdos migratorios con Estados Unidos, era para que la emigración de cubanos a los Estados Unidos fuera una emigración ordenada, fuera una emigración segura, fuera una emigración por vía legal”.
Consideró que no es responsable, ni justo, que un país que alentó la emigración y vendió el sueño americano a los cubanos y personas de todo el mundo, ahora hable de deportaciones masivas e injustas.
Asimismo, reiteró que la lista de Países Patrocinadores del Terrorismo, elaborada de manera unilateral por Estados Unidos, es espuria e ilegal, “no está reconocida legalmente por ningún instrumento de Naciones Unidas, no la reconoce ninguna agencia de la ONU, no la reconoce ninguna institución de Estados Unidos”.
“Ha usado la lista como un mecanismo de máxima presión a los países, a los gobiernos que no se dejan intimidar, que no responden a la sumisión que, de manera hegemónica, aspira a imponer a todo el mundo”, manifestó el mandatario.
Aunque sea una lista espuria e ilegal, cuando colocan a un país en ella, “de inmediato la mayoría de las instituciones bancarias que tienen relaciones con Estados Unidos y las agencias financieras, te cortan todo servicio”, explicó y dijo que para un país como Cuba, que lleva 65 años de bloqueo y que ahora tiene un bloqueo con una cualidad nueva: es un bloqueo recrudecido.
Cuba nunca ha apoyado el terrorismo. Cuba ha sido víctima del terrorismo, aseveró, y como botón de muestra se refirió al atentado contra el vuelo 455 de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976, cuando murieron las 73 personas a bordo.
“Estados Unidos siempre acogió a terroristas que actuaran contra Cuba, como (Luis) Posada Carriles y el propio (Orlando) Bosch. Son incontables los hechos de terrorismo que ha auspiciado el gobierno de los Estados Unidos contra Cuba”, denunció.
Para Díaz-Canel, la exclusión de Biden de la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo y la inclusión de Trump demostró que la política norteamericana “es casi una caricatura” y “no había argumentos para tener nunca a Cuba en la lista”.
“En términos políticos, ante el mundo, se demostró la falsedad, que hay una incoherencia en el gobierno de los Estados Unidos, y que lo que Cuba ha denunciado es una verdad”, afirmó.
Por otro lado, aseguró que a Estados Unidos le molesta el ejemplo de las brigadas médicas cubanas en el mundo, la que calificó de humanistas y solidarias. Cuando Estados Unidos llega a un país e interviene con fuerzas militares, Cuba hace lo contrario, va con médicos, aseguró.
Pese a la obsesión por manipular el tema ante la opinión pública por personeros de la administración Trump, el presidente ratificó el agradecimiento de las naciones que reciben esta colaboración. Al gobierno de los Estados Unidos le molesta además que el país obtenga ingresos para mejorar también las condiciones de salud y de vida del pueblo cubano.
En sus declaraciones, Diaz-Canel denunció que su país resiste una operación mediática de gran envergadura, intensa y multidimensional para buscar desprestigio, desmovilización y ruptura y explicó que Cuba siempre calificó de mercenarios a los denominados periodistas independientes, financiados con fondos públicos y no públicos de agencias del gobierno estadounidense.
Destacó también la inteligencia y la creatividad de la isla para impedir que esas transmisiones se difundan en el espacio radioelectrónico cubano, las que durante muchos años mantuvieron “por capricho, y como modo de vida, una importante parte de la contrarrevolución a costa de los contribuyentes norteamericanos”.
“Lo que está ocurriendo hoy demuestra que nosotros siempre tuvimos la razón: no eran medios independientes”, sino mercenarios al servicio de un gobierno.
A una pregunta de los periodistas el jefe de Estado apuntó que los Brics son una puerta a un orden económico internacional más justo, que puede propiciar un mundo mejor, inclusivo y equitativo, divulgaron hoy medios oficiales.
Se trata de un modelo antihegemónico para los pueblos y el espacio que tiene el Sur Global para desarrollar relaciones basadas en los principios de la multipolaridad, del respeto mutuo, a la soberanía y la autodeterminación, dijo.
Díaz-Canel resaltó que en los Brics “nadie está por encima de nadie, se fomenta la cooperación, se trata a todo el mundo de igual: a los grandes y a los pequeños, a los más desarrollados y a los menos”.
“Para nosotros, es un orgullo haber podido ser incluidos en los Brics y agradecemos mucho el apoyo que tuvimos de un grupo de países, sobre todo los fundadores de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) para que Cuba pudiera estar en el estatus que está hoy”, subrayó.
Con los Brics se abre una perspectiva, una esperanza, un lugar, “donde podemos ir como iguales, donde no hay medidas coercitivas, donde no hay bloqueos, donde nos respetan y además podemos aportar”.
Sobre la evolución de la integración en América Latina, el presidente auguró la llegada de un nuevo periodo de izquierda, pero insistió en la importancia de la unidad. “Yo creo que una de las batallas fundamentales de la izquierda, de los principios que tenemos que defender en la izquierda, es estar más unidos, que nos permitirá, por supuesto, articular mejor las cosas”, apuntó.
Reflexionó que en la misma medida en que hay esa recomposición de la izquierda en América Latina, en estos momentos preocupan mucho las nuevas tendencias, las corrientes ultraconservadoras, de extrema derecha, fascistas, discriminadoras, que empiezan a moverse en el mundo y que también tienen presencia en el continente.
Con especto a Cuba calificó de heroico a su pueblo y manifestó su disposición a morir por defender todos sus derechos. “Es una convicción que se me multiplica en todos los encuentros que tenemos con este pueblo. Por este pueblo tan heroico hay que morirse. Porque todos los días está dando lecciones de ejemplaridad, de heroísmo”, declaró el jefe de Estado.
“En vez de ver desaliento, en vez de ver frustración, siempre está arriba, siempre buscando cómo salir adelante, siempre buscando cómo luchar y cómo triunfar”, expresó y reconoció que “tenemos tendencias negativas, que en tiempo de crisis se agudizan y se muestran en una mayor dimensión”, las cuales, dijo, se enfrentan “discutiendo nuestros problemas con honestidad”.
“El pueblo cubano resiste por su propia voluntad, por su propia convicción, por su capacidad; pero, también porque sabe lo que significa la Revolución cubana para el mundo”, señaló.
Para nosotros, apuntó, es de mucha responsabilidad ver cómo tantas personas en el mundo, incluso en las latitudes más distantes, que han hecho de su vida el apoyo a la Revolución cubana. Eso no lo podemos traicionar, reiteró, y aclaró que “no queremos que nos vean como una sociedad perfecta, pero sí aspiramos a construir una sociedad mejor, y queremos trabajar con los que quieren un mundo mejor, que no solo puede ser posible, sino que es necesario que sea posible”.
“Lo que sí les puedo asegurar, y responsablemente me atrevo a decirlo en nombre de la mayor parte del pueblo cubano, es que aquí no se rinde nadie. Aquí no se rinde nadie”, aseveró.