En estas semanas, la tensión en el partido demócrata solo la ha hecho acrecentar. El lunes se conoció que un especialista en la enfermedad de Parkinson visitó ocho veces la Casa Blanca entre el pasado julio y este marzo, según han revelado registros oficiales de la Administración Biden.

La primera respuesta de la Casa Blanca ante la noticia de estas visitas fue el silencio de su portavoz en rueda de prensa. La secretaria de prensa negó rotundamente que el presidente se estuviera tratando de Parkinson, mientras también rechazaba revelar la identidad de quien era visitado por el especialista y el motivo de las consultas.

Sin embargo, horas después, la Casa Blanca publicó una carta del médico del presidente, Kevin O’Connor, que explica el sentido de las visitas del neurólogo que ha levantado las sospechas, Kevin Cannard.

“El Dr. Cannard fue el especialista neurológico que examina al presidente Biden en cada uno de sus exámenes físicos anuales. Sus hallazgos se han hecho públicos cada vez que he publicado los resultados del examen físico anual del presidente. El presidente Biden no ha visto a un neurólogo fuera de su examen físico anual”, escribió O’Connor sobre Cannard, que trabaja como consultor de neurología de la Unidad Médica de la Casa Blanca desde el 2012.

Según el médico de la Casa Blanca, las visitas anuales del especialista en Parkinson han confirmado el buen estado de salud del presidente, como detalló en su última misiva del 28 de febrero. “Un examen neurológico extremadamente detallado fue nuevamente tranquilizador porque no hubo hallazgos que fueran consistentes con ningún trastorno cerebeloso u otro trastorno neurológico central, como accidente cerebrovascular, esclerosis múltiple, Parkinson o esclerosis lateral ascendente”, señala O’Connor.

Además, el papel de Cannard en la Casa Blanca no se limitaría al examen del presidente, sino que también han sido “en apoyo de los miles de miembros en servicio activo asignados para apoyar las operaciones de la Casa Blanca”.

En la Casa Blanca trabajan numerosos militares que experimentan problemas neurológicos relacionados con su servicio y, según el médico del presidente, la visita del especialista tiene relación también con esta práctica de neurología general para el conjunto de los trabajadores.

La carta añade que Cannard visita al personal de la Casa Blanca desde hace más de doce años.

Hasta ahora, el presidente se ha mantenido firme en la voluntad de seguir en la carrera, con el apoyo incondicional de Jill Biden.

La cumbre de la OTAN que se reúne en Washington se ha convertido en un nuevo examen para el presidente. Todos los ojos están puestos en él después de que seis parlamentarios demócratas hayan pedido públicamente su retirada, a la vez que otros donantes y miembros del partido lo hacen en privado.