Por Pavel Bednyakov «Es importante que identifiquemos no solo a los autores materiales, sino a todos los eslabones, las cadenas de los beneficiarios criminales de esta atrocidad. Sin duda, los encontraremos a todos ellos», declaró Putin en una reunión del Colegio del Ministerio del Interior. Además, el mandatario precisó que Rusia ha pagado «un precio muy alto», refiriéndose al número de afectados por el atentado del 22 de marzo. Asimismo, Putin afirmó que ahora «se evalúan de manera integral» las acciones de todos los servicios de supervisión y control responsables del Crocus City Hall. «Todo el análisis de la situación debe ser extremadamente imparcial y profesional», para elevar a un nuevo nivel el cumplimiento de la ley y la seguridad en lugares públicos, así como en todas las instalaciones importantes como centros comerciales, escuelas, hospitales, universidades, teatros y otros sitios, prosiguió. El pasado 22 de marzo, un grupo de hombres armados dispararon contra una multitud reunida en la sala de conciertos del Crocus City Hall, apenas unos minutos antes de comenzar un concierto de una banda de rock. El tiroteo fue seguido por un incendio que, según el Ministerio de Emergencias, afectó un área de casi 13.000 metros cuadrados. Según los últimos datos oficiales, el ataque terrorista dejó 144 muertos, entre ellos niños, y unos 180 heridos. Hasta ahora han sido detenidos en Rusia 16 presuntos implicados, incluidos los cuatro atacantes que abrieron fuego en el Crocus City Hall, a diez de ellos, incluido Yusufzodú, ya les fue dictada la medida cautelar en forma de prisión preventiva. Además, fueron detenidas nueve personas en Tayikistán, sospechosas de tener vínculos con los autores del atentado. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev». —https://sputniknews.lat/