En su análisis, el economista indica que esas medidas proteccionistas estadounidenses podrían pesar sobre las perspectivas de recuperación de la economía haitiana.
En general, los productos haitianos, los más orientados al mercado estadounidense, son especialmente los textiles. Según los datos disponibles, el principal socio exportador de Haití es Estados Unidos, que representa más del 80 por ciento de las exportaciones totales.
Gracias a la ley estadounidense conocida como «Haitian Hemispheric Opportunity through Partnership Encouragement» (HOPE), adoptada en 2006 como parte de una asociación con los estadounidenses para estimular la economía del país, desde hace varios años se han eliminado los derechos de aduana sobre las exportaciones de prendas de vestir y productos textiles haitianos a Estados Unidos.
A lo largo del tiempo, el Programa HOPE, seguido por el programa HELP (Haiti Economic Lift Program), han contribuido en gran medida al desarrollo de varios sectores de actividad.
Un impuesto del 10% encarecerá estos productos, afirmó la economista Enomy Germain en respuesta a la decisión del gobierno estadounidense. Todos los productos haitianos destinados a Estados Unidos estarán sujetos a un arancel aduanero de alrededor del 10 %.
Con esta medida, se firma el acta de defunción de la Ley HOPE and HELP. También se derogó la Ley de Asociación Comercial de la Cuenca del Caribe (CBPTA), cuyo objetivo era fortalecer los lazos comerciales entre Estados Unidos y ciertos países caribeños y americanos.
En cuanto al impacto, el sector de la subcontratación, uno de los exportadores clave, corre el riesgo de desaparecer y, al mismo tiempo, el del empleo se verá profundamente afectado. Incluso después de la crisis de seguridad que enfrentamos, se prevé que la recuperación de Haití sea mucho más difícil hoy en día, afirmó.
Según Germain, hay dos escenarios posibles y en ambos casos el daño al país es infinito. En primer lugar, Haití no puede tomar represalias contra la decisión de Donald Trump. De lo contrario, ciertos sectores dejarán de ser rentables en la economía haitiana, como el sector de la subcontratación y el sector textil.
En segundo lugar, Haití no puede cancelar sus aranceles aduaneros para reducir los de Estados Unidos. Si Haití impusiera un arancel del 0% a los productos estadounidenses, dicha medida provocaría una caída drástica de los ingresos aduaneros.
En este sentido, la mejor estrategia para Haití para abordar esta situación sería llevar a cabo negociaciones diplomáticas con la administración Trump para ver cómo podemos afrontar este impacto, concluyó.