El documental «Argelia, secciones de armas especiales», de 52 minutos y dirigido por Claire Billet, se basa en una investigación de casi diez años del historiador Christophe Lafaye. En él, se recogen numerosos testimonios de sobrevivientes argelinos que sufrieron el uso masivo de estas armas.
Por «armas especiales» se entiende gases tóxicos, entre ellos el CN2D, un cóctel compuesto por un gas derivado del cianuro (CN) y otro del arsénico (DM). Sus efectos son irritantes para los pulmones, los ojos y las mucosas, causando dolores de cabeza, vómitos y, en espacios cerrados, la muerte. Este fue el caso de muchas personas que se refugiaban en cuevas.
Conmovido al recordar aquellos hechos, Amar Aggoun, quien tenía 19 años en ese entonces, relató que el ejército francés usaba sistemáticamente armas químicas para perseguir a los argelinos que escapaban de los bombardeos.
«El ejército francés, tras atacar nuestro poblado con aviones de guerra y lanzar varias bombas, nos persiguió hasta una cueva donde nos refugiamos. Como nos negamos a salir, enviaron helicópteros cargados con gas tóxico. A los pocos minutos, una densa nube negra comenzó a llenar la cueva, provocando asfixia y desmayos entre todos nosotros», recordó Aggoun.
Otros testigos sobrevivientes narraron experiencias similares y afirmaron que las secuelas psicológicas de estos ataques los atormentan hasta hoy.
El documental recuerda que el uso de armas químicas ha estado prohibido desde 1925 por el Protocolo de Ginebra, tratado que Francia había ratificado.
Sin embargo, mientras las autoridades francesas no tienen reparos en abordar las invasiones de su ejército durante la Segunda Guerra Mundial, guardan un silencio absoluto sobre el uso de estas armas en Argelia. Esto se evidencia en la negativa del Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia a conceder acceso a los archivos de la guerra a investigadores e historiadores.
El historiador Christophe Lafaye, quien ha solicitado en múltiples ocasiones acceso a estos documentos sin éxito, explicó que logró encontrar pruebas del uso de armas químicas en Argelia a través de su propia labor de documentación.
Según su investigación, el ejército francés llevó a cabo alrededor de 450 operaciones de este tipo, principalmente en las montañas de Cabilia y los Aurés. No obstante, estima que en total se realizaron entre 5.000 y 10.000 ataques con armas químicas en todo el territorio argelino.
El documental concluye afirmando que, aunque Francia intente enterrar esta oscura página de su historia, los efectos irreversibles de estas armas siguen siendo un recordatorio de su pasado y de sus crímenes.