Como resultado de este alejamiento de la divisa estadounidense, el panorama económico del planeta podría cambiar por completo y en «el corazón de este cambio» está el concepto de desdolarización, o sea, la reducción gradual del dominio del dólar en el comercio y las finanzas internacionales.

   Aunque este proceso «ha estado hirviendo a fuego lento durante años», recientemente cobró fuerza, impulsado por el creciente uso de China de su propia moneda, el yuan, para transacciones transfronterizas.

   Por ejemplo, en 2023, el yuan superó por primera vez al dólar estadounidense en los pagos transfronterizos chinos, alcanzando en 2024 una cuota del 52,9 por ciento, frente a menos del uno por ciento en 2010.

   La razón de este «cambio dramático» es que existe una creciente disposición entre las empresas extranjeras, que buscan diversificar sus tenencias de divisas y reducir su dependencia del dólar, a comerciar en yuanes.

   Por otro lado, algunos países, incluidos Brasil y Argentina, comenzaron a aceptar pagos en yuanes, lo que refuerza aún más su uso internacional.

   De acuerdo con el portal Oilprice, el alejamiento del dólar se debe principalmente a la transformación de la moneda estadounidense en un «arma de Washington», que suele imponer sanciones arbitrariamente a cualquier país que no esté de acuerdo con su política exterior y restringir su acceso al sistema financiero global basado en el dólar.

   «Como resultado de esta militarización del dólar, se observa un creciente interés en encontrar alternativas, con el yuan de China emergiendo como un competidor potencial», argumentó.

   El auge del yuan en el comercio internacional está marcado por varios pasos importantes, uno de los cuales fue su inclusión en la canasta de derechos especiales de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2016.

   Tal medida reconoció la creciente importancia del yuan en la economía mundial y allanó el camino para su adopción más amplia.

   A su vez, el Banco Popular de China implementó políticas para facilitar el uso del yuan en el comercio y la inversión transfronterizos, incluida la expansión de la red de acuerdos bilaterales de intercambio de divisas o el desarrollo de nuevos productos financieros denominados en yuanes, desempeñando de ese modo un papel crucial en impulsar el uso de la moneda asiática a nivel global.

   El yuan, aunque sigue siendo un jugador «relativamente pequeño» con una participación del 7 por ciento a escala global, ha sido la moneda de más rápido crecimiento en el mercado de divisas durante la última década.

   Conforme con lo divulgado, «esto sugiere que gradualmente está ganando aceptación como una alternativa viable al dólar, especialmente en el comercio con China y sus socios».

   El dominio del dólar estadounidense en el comercio internacional fue durante mucho tiempo una fuente de poder para las administraciones de la Casa Blanca», y el alza del yuan en este contexto es «una tendencia que no se puede ignorar».

   Para la publicación, «este alejamiento del dólar, aunque gradual, tiene el potencial de remodelar el orden económico global. Un mundo menos centrado en el dólar podría significar una redistribución del poder y la influencia económica».

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