La viruela del mono, también conocida como MPOX, es una enfermedad viral zoonótica, es decir, se transmite de animales a humanos. Es causada por el virus del mismo nombre, que pertenece a la familia de los orthopoxvirus, la misma que incluye el virus de la viruela humana.
La viruela del mono fue identificada por primera vez en 1958 en colonias de monos utilizados para investigación, de ahí su nombre. El primer caso en humanos se registró en 1970 en la República Democrática del Congo y ahora dentro de la región Europea se ha registrado un aumento alarmante del 89% en los casos entre julio y agosto de 2024.
Este incremento, según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), sitúa a España como el país con mayor número de contagios, en el que la antigua variante del virus se mantiene vigente predominante.
Desde que se empezó el seguimiento global del MPOX en 2022, los casos han ido en aumento, especialmente en Europa y África. A nivel global, entre enero de 2022 y el 31 de agosto de 2024, la OMS ha confirmado 106.310 casos en laboratorio, con 234 fallecimientos en un total de 123 países.
Aunque la tasa mundial de casos confirmados es relativamente baja (0,2%), la propagación de la enfermedad sigue siendo motivo de preocupación, especialmente en regiones como África, donde la situación es más crítica y una pandemia haría muchos más estragos en su sistema de salud y economía.
España en el foco del brote europeo
Con 136 nuevos casos en agosto de 2024, España lidera el incremento de contagios en Europa, seguido de países como Australia, con 245, y Estados Unidos, con 113. Este repunte coloca al país mediterráneo entre las naciones con mayor número de infecciones, y consecuentemente las autoridades sanitarias han tenido que tomar medidas preventivas mucho más estrictas.
El brote de viruela del mono ha mostrado una tendencia al alza desde julio, especialmente en la Región Europea y en la del Pacífico Occidental, que ha registrado un aumento del 68%. Aunque en otras áreas, como las Américas, el número de casos ha disminuido, la situación en Europa es especialmente preocupante.
África sigue siendo la región más afectada
A nivel mundial, la región más afectada sigue siendo África, que representa el 62,3% de los casos notificados en agosto de 2024. La República Democrática del Congo es el país con mayor número de contagios, con 1.013 casos confirmados solo en ese mes.
Además, algunos países africanos han comenzado a notificar casos de una nueva variante del virus, conocida como clado Ib, que ha sido detectada en Burundi, Uganda y Kenia. El mayor aumento relativo en África se registró en Burundi, con un crecimiento de 222 casos frente a los nueve reportados anteriormente.
Esta variante, aunque aún no se ha propagado ampliamente fuera del continente africano, ha sido detectada en viajeros que visitaron la región, como Suecia y Tailandia, que reportaron sus primeros casos de la nueva variante en septiembre de 2024.
Medidas preventivas en Europa para evitar otra pandemia
Ante este escenario, los expertos de la OMS y autoridades sanitarias en Europa han reforzado las campañas de prevención y control, para evitar un mayor aumento de contagios en los próximos meses.
El secretario de Estado de Sanidad de España, Javier Padilla, anunció las primeras medidas para contener la propagación de la viruela del mono en el país, enfocándose en la identificación rápida de casos y el aislamiento de los pacientes.
Pese al incremento de contagios, el brote todavía es considerado de transmisión moderada en la mayoría de las regiones, incluyendo Europa, el Sudeste Asiático y el Mediterráneo Oriental.
No obstante, el creciente número de infestados en África y Europa mantiene a las autoridades sanitarias en alerta máxima, con la vista puesta en evitar que la situación empeore de cara a los próximos meses y que vuelva a desatarse otra pandemia.