El caso colonial de Puerto Rico es una muestra elocuente de la presencia del colonialismo en Nuestra América y el mundo, en pleno siglo XXI.

El Pueblo puertorriqueño continúa librando una desigual y valerosa lucha por su autodeterminación e independencia, nada menos que contra la potencia capitalista e imperialista más poderosa, violenta y destructiva del planeta: Estados Unidos.

La comunidad internacional ha asumido una posición cada vez más comprometida con la causa de la autodeterminación e independencia de Puerto Rico, constatado en:

-​Declaración Especial unánime de la CELAC en 2021

-Declaración Final de NOAL en Kampala, Uganda, en 2024

-Resolución unánime del Comité de Descolonización de la ONU, 20 de junio de 2024.

La autodeterminación e independencia de Puerto Rico es asimismo una necesidad urgente del Pueblo puertorriqueño y de todos los pueblos de Nuestra América, en la medida en que ninguno de nuestros pueblos será plenamente libre mientras uno no lo sea.

La condición colonial de Puerto Rico constituye una amenaza permanente contra los pueblos que han alcanzado su primera independencia, pues desde allí se llevan a cabo planes desestabilizadores, agresiones y ataques de todo tipo contra esos pueblos.

Es preciso reclamar con firmeza la implementación y cumplimiento del derecho internacional vigente en materia de descolonización, particularmente la resolución 1514 (XV) de la ONU.

En ese contexto, la solidaridad de las organizaciones y los pueblos de Nuestra América con la causa del hermano Pueblo puertorriqueño es indispensable; constituye una obligación y un deber ineludibles.

Acordamos:

Reafirmar nuestra solidaridad activa y militante con la causa de la autodeterminación, descolonización e independencia de Puerto Rico, país caribeño y latinoamericano sometido a la dominación colonial del imperialismo estadounidense.

Nos comprometemos a desarrollar actividades diversas de divulgación, solidaridad y denuncia sobre la condición colonial de Puerto Rico y la lucha del pueblo puertorriqueño por su plena libertad.

Reconocemos que la dominación colonial es una deplorable condición que enfrentan numerosos pueblos en distintas partes del mundo, en pleno siglo veintiuno.

Expresamos nuestra solidaridad activa y militante con la lucha que libran los pueblos sometidos al colonialismo en diversas partes del planeta, reconociendo que la libertad e independencia de nuestros pueblos será incompleta mientras persista la dominación colonial.

Demandamos la inmediata, escrupulosa y firme aplicación del derecho internacional vigente en materia de autodeterminación e independencia -encabezado por la Resolución 1514 (XV) de la ONU- dirigido a que desaparezca por fin y para siempre el vergonzoso anacronismo colonial de la Tierra. Tegucigalpa, 27 de junio de 2024.