El pronunciamiento califica esa acción de provocación como una flagrante violación de la soberanía de Venezuela y del derecho internacional.
El incidente, ocurrido cerca del estado La Guaira, involucró cinco cazas F-35 desplegados desde Puerto Rico, según denunció el Gobierno venezolano.
«Estos actos de hostigamiento militar sistemático por parte de la potencia agresora se enmarcan en un patrón de agresiones que buscan desestabilizar la región, infundir miedo e imponer una lógica de intimidación propia de la doctrina imperial», señaló ALBA-TCP en un comunicado.
La alianza destacó que la escalada bélica compromete la seguridad de la aviación civil y comercial en el Caribe, generando riesgos para la estabilidad regional.
La incursión se suma a la creciente militarización del Caribe, que incluye el reciente despliegue de tres buques estadounidenses con 4.000 soldados en aguas cercanas a Venezuela.
Todo como parte de un entramado de sanciones económicas contra la industria petrolera venezolana y el hostigamiento político, este último agravado por el ofrecimiento de una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
ALBA-TCP reafirmó su compromiso con la defensa de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, rechazando cualquier forma de injerencia extranjera.
La alianza instó a los organismos internacionales a pronunciarse contra estas políticas de provocación guerrerista y subrayó que la región no aceptará ser tratada como un escenario de operaciones militares extranjeras.
El Gobierno venezolano formalizó este viernes 3 de octubre, ante al embajador ruso en las Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, presidente de turno del Consejo de Seguridad, una enérgica denuncia contra Estados Unidos por la incursión ilegal de aviones de combate en la Región de Información de Vuelo de Maiquetía, acto que califica como un grave hostigamiento militar y una infracción directa del derecho internacional.