A pesar de que los grupos combatientes no reivindicaron oficialmente el ataque a bases estadounidenses la semana pasada, la reanudación de las agresiones a los puntos de Kharba Al-Jir, en la campiña de Hasakeh; el campo petrolero de Al-Omar, en DeirEzzor, y la base de Ain al-Asad, en Irak, de manera simultánea, advirtieron al Pentágono que la Resistencia está decidida a intensificar sus acciones militares si demora en retirarse de los territorios sirios e iraquíes.
Por lo tanto, durante el mes de abril, EEUU envió más de 120 camiones cargados de armas y equipo diverso, incluidos sistemas de defensa aérea.
Asimismo, aterrizaron ocho aviones de carga militar en las bases de Kharb Al-Jir y Qasrak en Hasakeh, y Al-Omar al este de DeirEzzor.
También, llevaron a cabo varios ejercicios con munición real en el área del triángulo fronterizo entre Siria, Jordania e Irak.
El plan de refuerzo coincidió también con el ataque israelí a la embajada de Irán en Siria, por temor a la respuesta de Teherán y la posibilidad de que afecte los intereses de EEUU.
Los suministros adicionales incluyeron armas y equipo diverso, incluidos sistemas adicionales de defensa aérea.
Grupos de la resistencia de Irak atacan las bases estadounidenses desde el inicio de la guerra israelí contra la Franja de Gaza en octubre de 2023.
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