El servicio de seguridad israelí Shin Bet ha acondicionado un búnker subterráneo en Al-Quds (Jerusalén) donde los altos dirigentes sionistas pueden permanecer un período prolongado en caso de guerra.
El refugio ya está en pleno funcionamiento, informó el sitio de noticias Walla, en medio del temor en los territorios palestinos ocupados a los ataques de represalia por parte de Irán y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
De acuerdo con el informe, el búnker, construido al parecer hace casi 20 años, puede resistir impactos de una variedad de armas, tiene capacidades de comando y control y está conectado a la sede del ministerio de asuntos militares de Israel en Tel Aviv.
Aunque el búnker no se ha utilizado en los últimos diez meses durante la guerra de Israel contra Gaza, el primer ministro del régimen sionista, Benjamín Netanyahu, y otras figuras de alto rango lo han preparado para que lo utilicen ahora.
De hecho, Irán, Hezbolá y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas) han prometido una respuesta dura a Israel tras el asesinato del líder palestino Ismail Haniya en Teherán y del jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr, cerca de Beirut.
Según el diario israelí Ynet, la preparación del referido búnker en este momento puede ser un indicio de la gravedad de la amenaza de Irán y Hezbolá.
Medios israelíes reportan que el régimen está en máxima alerta a la espera de la anunciada represalia de Irán y de Hezbolá, mientras Estados Unidos se ha comprometido a nuevos despliegues defensivos en la región para proteger a su aliado.
Los ministros sionistas han recibido teléfonos satelitales en caso de daño en infraestructuras de comunicación en un eventual ataque y decenas de aerolíneas han cancelado vuelos al país.