Según el documento, las firmas, entre ellas fabricantes de armas, tecnológicas y de maquinaria pesada, están involucradas en la «campaña de genocidio» contra el pueblo palestino.
El informe, de 27 páginas, fue elaborado a partir de más de 200 fuentes, incluido Estados, académicos, defensores de derechos humanos y representantes del sector empresarial.
A juicio de Albanese, el genocidio continúa porque es rentable para muchos y las empresas están conectadas financieramente con el apartheid y el militarismo israelíes.
Entre las compañías señaladas figuran Lockheed Martin y Leonardo, cuyos sistemas de armas fueron utilizados en la guerra contra Gaza. También mencionó a Caterpillar y Hyundai, por proveer maquinaria empleada en la demolición de viviendas palestinas.
En el ámbito tecnológico, Albanese incluyó a Alphabet (Google), Amazon, Microsoft e IBM, a las cuales acusó de ser ejes de las herramientas de vigilancia israelíes y de colaborar con la infraestructura digital de la ocupación. La empresa Palantir fue citada por suministrar inteligencia artificial al ejército israelí.
De acuerdo con el reporte, muchas de esas compañías ya aparecían en la base de datos de la ONU sobre negocios vinculados a los asentamientos, actualizada por última vez en junio de 2023, pero ahora ampliaron los vínculos directos con la agresión en Gaza.
Albanese llamó a las compañías a detener de inmediato sus operaciones en apoyo a la ocupación y exigió a ejecutivos enfrentar las consecuencias legales por participar en violaciones del derecho internacional.
Conforme a la relatora, el papel del sector privado en el conflicto es crucial para entender cómo la economía alimenta la ocupación, el apartheid y la violencia sistemática contra los palestinos.
El documento será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Ee órgano, aunque no tiene facultades jurídicas obligatorias, sus informes sirvieron como base para procesos internacionales en el pasado.
Desde el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza en octubre de 2023, más de 54 mil palestinos fueron asesinados, en su mayoría niños y mujeres.
En paralelo, empresas extranjeras colaboraron con el aparato militar israelí y con el proyecto de asentamientos ilegales en Cisjordania.