“Los países del BRICS no son solo potencias económicas y políticas, sino también líderes en salud pública”, afirmó el doctor en la apertura de la 15 Reunión de Ministros de Salud de los BRICS. “Juntos, sus países representan más del 40% de la población mundial y sus avances en cobertura de salud, respuesta a epidemias e innovación local tienen relevancia global.”
Para el Director de la OPS, los países de las Américas —en particular de América Latina y el Caribe— enfrentan desafíos estructurales similares a los miembros del BRICS y están trabajando para lograr prioridades de salud alineadas, entre ellas abordar la carga de las enfermedades no transmisibles, modernizar los sistemas de salud, prepararse para los impactos del cambio climático en la salud, promover la salud digital y la innovación, eliminar enfermedades transmisibles y fomentar dietas más saludables.
“Estos objetivos compartidos representan una clara oportunidad para que los BRICS y los países de las Américas aprendan unos de otros, colaboren más estrechamente y desarrollen conjuntamente las herramientas y soluciones necesarias para proteger la salud y avanzar en el desarrollo”, afirmó.
“La OPS está plenamente comprometida a apoyar las iniciativas regionales y mundiales que posicionan a la salud como motor de oportunidades económicas e inclusión social”, añadió al destacar el rol de la Organización como socio estratégico.
La reunión de ministros de Salud de los BRICS reunió a titulares y otras autoridades de alto nivel de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Cuba, Egipto, Etiopía, Indonesia, Irán, Malasia, Nigeria y los Emiratos Árabes Unidos.
Durante la reunión, las delegaciones de los BRICS también aprobaron una Declaración para fortalecer la cooperación en salud, la cual establece que los países trabajarán juntos para abordar los desafíos mundiales en salud, incluso mediante la colaboración entre los países del Sur Global.
Otras áreas de interés incluyen el fortalecimiento de la producción local y regional de medicamentos, vacunas e insumos médicos; promover la equidad en salud mediante la eliminación de enfermedades determinadas socialmente; garantizar el acceso equitativo a innovaciones relacionadas con la tuberculosis; avanzar hacia la convergencia regulatoria voluntaria; ampliar la investigación en salud; impulsar la investigación y el desarrollo de vacunas; el fortalecimiento de la inteligencia artificial en la atención sanitaria; y la promoción de una infraestructura de salud sostenible y resiliente.
Durante el foro ministerial, Barbosa también participó en un evento de alto nivel sobre la Promoción de prácticas alimentarias adecuadas y saludables y su contribución a la prevención de las enfermedades crónicas no transmisibles.
A nivel mundial, las enfermedades no transmisibles (ENT), entre ellas las cardiovasculares, el cáncer, las respiratorias crónicas y la diabetes, son responsables de aproximadamente el 71% de todas las muertes y muchas de son prevenibles. Sin embargo, pese al aumento dramático y sostenido de la carga de estos males, “menos del 2% de la asistencia oficial al desarrollo se destina a las ENT”, señaló.
“Las dietas no saludables —ricas en grasas trans, grasas saturadas, azúcares libres y sodio, y pobres en cereales integrales, frutas, legumbres y verduras— son uno de los principales factores que impulsan la epidemia de ENT”, añadió.
Estas dietas están impulsadas por el aumento mundial de los alimentos ultraprocesados, cuyo mercadeo agresivo ha “alimentado una rápida transición nutricional tanto en países de ingresos altos como bajos”, explicó el doctor Barbosa.
Para abordar estas problemáticas, el Director de la OPS y los países del BRICS compartieron experiencias clave y lecciones aprendidas en la prevención de las enfermedades no transmisibles, como el uso de etiquetado frontal de advertencia, los impuestos a las bebidas azucaradas y la regulación de la publicidad de alimentos poco saludables.